sábado, 13 de septiembre de 2008

LA CORREA Y EL NIÑO


Una correa en el suelo
a su lado un niño desmayado,
porque su padre que es un cerdo

con la correa le ha pegado.

La hebilla ensangrentada
en su espalda se ha cebado,
porque ese “ hombre tan macho”
a su hijo ha destrozado.

Sus ojitos morados
lloran callados,
no quiere despertar
a ese hombre tan malvado.

El niño quedará en el suelo
junto a la correa tirado,
deseando que llegue la muerte
para quedar liberado.

Hay quien esta escena
causa risa y hace chiste,
yo no le veo la gracia
lo mire por donde lo mire.
María Ibáñez

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