jueves, 14 de mayo de 2020

El Papa oración pandemia

EL Papa, nos pide que nos unamos todos los seres humanos en oración, seamos de la religión que seamos, para que desaparezca esta pandemia de covid 19 y otras pandemias.

viernes, 1 de mayo de 2020

PRIMERO DE MAYO 2020 PANDEMIA

Primero de mayo 2020. Este año es imposible manifestarse en la calle para reivindicar nuestros derechos como trabajadores a causa del estado de confinamiento por el Covid 19. Pero si podemos hacerlo a través de las redes.     La foto de la derecha es de hace algún tiempo, cuando aún podíamos abrazarnos.
María Ibáñez

COMUNICADO 1º DE MAYO 2020

Secretariado Interdiocesano 
PASTORAL OBRERA DE CATALUÑA

El primero de mayo es siempre momento de reclamar el protagonismo de la clase obrera y momento de reivindicar todas las luchas que nos han llevado a mejorar las condiciones de vida de trabajadoras y trabajadores. En este primero de mayo de 2020, la crisis sanitaria creada por la Covidien-19, que se ha convertido ya una crisis social y económica, nos hace pedir medidas de acción rápida para reducir las desigualdades y sufrimientos de los trabajadores y trabajadoras.


1.- Se degradan las condiciones de vida del mundo laboral
El estado de alarma creado por la Covidien-19 está generando situaciones de incertidumbre en el futuro. Constatamos el empeoramiento en las condiciones de vida de las personas y, de forma más grave, de aquellas que ya vivían en situaciones de precariedad, provocadas principalmente por las condiciones de trabajo. Más paro, reducciones salariales, ayudas económicas que se retrasan, alquileres y pago de hipotecas pendientes, falta de recursos informáticos para la educación de la infancia, saturación del sistema sanitario, falta total de ingresos para personas que trabajan en la economía sumergida, son algunas de las consecuencias más directas de la situación de pandemia. Desafortunadamente mucha gente quedará excluida fruto de esta situación, como ocurrió en la anterior crisis de 2008. Aquella, en particular, sirvió para revertir gran parte del sistema de bienestar del que nos habíamos beneficiado, y que ahora se ve tan necesario de preservar.

La coyuntura actual de las empresas en nuestro país es el resultado de unas políticas aplicadas en el pasado. La globalización ha ido comportando desde hace unas décadas, la deslocalización de empresas. Provoca, además de pérdidas de puestos de trabajo, una falta de suministro de productos que ahora se convierten en básicos en la gestión de esta crisis (mascarillas, respiradores, ..). Asimismo, en las últimas décadas, muchas grandes empresas se han deshecho de sus trabajadores para contratarlos como falsos autónomos incrementando la precariedad de las condiciones de vida de las personas. 

Este sistema económico que se presenta como infalible y creador de riqueza, no hace más que provocar unos niveles de pobreza creciente. Empuja a las personas a "tener más" en dinero, poder y privilegios, por encima de simplemente "ser". Afecta así el núcleo de la condición humana: sentirse queridos por lo que cada una / uno es y amar sin condiciones. Destruye el medio ambiente con una sobreproducción que agota los recursos naturales y rompe el equilibrio ecológico que nos cura y protege. Y de ahí se derivan toda clase de violencias traducidas en acosos de todo tipo. Deforma la vocación de las personas que estamos llamadas a ser hijos e hijas de Dios ya vivir con dignidad. Joseph Cardijn, fundador de la Juventud Obrera Cristiana (JOC), dedicó su vida a transmitir y hacer posible este mensaje dentro de la Iglesia y en el mundo obrero. Mensaje que es, más que nunca, actual y necesario de vivir y transmitir.


2.-La dignidad de las trabajadoras y trabajadores por encima de todo.

Esta crisis es también una crisis humanitaria que ha llevado y seguirá llevando una gran dosis de sufrimiento cruel a muchas personas, especialmente a las personas mayores. Pensamos hoy en la soledad de muchos enfermos sólo los hospitales; gente que ha muerto sin la presencia de las personas queridas; el abandono de muchos ancianos en residencias; la angustia de sus familias sin noticias; los enterramientos gélidos sin familia ni amigos; el drama de los que tienen que convivir en el mismo hogar con sus maltratadores o abusadores; casas con muchas personas viviendo bajo el mismo techo; abuelos que viven la soledad en su casa; niños que no pueden desarrollarse como merecen; y tantas otras situaciones duras. Disminuir el sufrimiento de tanta gente será también un objetivo para nuestras sociedades.

Desde Pastoral Obrera de Cataluña manifestamos que no podemos salir de esta crisis repitiendo los mismos esquemas económicos y políticos. Queremos salir construyendo nuevas relaciones y nuevas estructuras que prioricen la dignidad de las personas, y en primer lugar, las necesidades de las personas más vulnerables. Valoramos mucho las acciones de solidaridad que estamos viviendo en estas semanas, pedimos que se transformen en permanentes y que sean lideradas desde las instituciones públicas. Apostamos por unos servicios públicos que den respuestas eficientes a toda la población, sin exclusiones por el origen, por género, ni por los niveles económicos. Exigimos la necesidad de una renta básica garantizada,indispensable para muchos colectivos, algunos ya afectados por las anteriores crisis y ahora tocados de lleno por la actual crisis sanitaria y ya también económica y social.


3.- Ir a las causas e impulsar sistemas cooperativos y de participación

En el planeta hay recursos y conocimiento suficientes para preservar lo más esencial, y por tanto prioritario, para las personas: la salud, la vivienda, la comida, el trabajo digno, la educación, la cultura, el respeto por la naturaleza y la mejora del medio ambiente. Sentimos y queremos compartir una llamada para construir un Mundo Nuevo, como Jesús nos propone. Si no nos ponemos, no saldremos de ésta y, además, nos vendrán otras crisis (ambientales, alimentarias, más crisis sanitarias). Crisis que ya están sufriendo, hace años, los países más empobrecidos. No debemos olvidar que estamos en un solo Mundo.

Proponemos que ir a las causas. Debemos empujar, a través de la política, a hacer gobiernos valientes que hagan frente a este sistema neoliberal, impulsar sistemas cooperativos en la gestión de las empresas, reforzar los colectivos y la participación ciudadana en el trabajo y en los diferentes ámbitos de la vida, haciendo de la democracia (y no de la imposición) un estilo de vida permanente, y poniendo un altavoz a las voces proféticas de nuestro tiempo de fuera y de dentro de la Iglesia.
El proyecto de Jesús es la solidaridad, la toma de conciencia, la ayuda mutua, la lucha por la justicia y la denuncia del injusticia, el amor compartido con los más empobrecidos y con los que sufren. Descubrimos la llamada para construir el nuevo mundo que Jesús nos propone. Con esta confianza, y con todo el mundo que quiera, ponemos manos a la obra. ¡¡¡SOM-HI !!!