Yo la hija de la señora Manuela quiero rendir un
pequeño homenaje, A ella, una mujer
santa y buena, que hoy hubiera cumplido 104 años.
Amé tanto a mi madre, que incluso después de haber nacido, seguí unida a ella por cordón umbilical, que nunca quise cortar.
Estando en el tanatorio a solas con mi prima Ermitas,
le dije- ahí fuera hay alguien cantando-
yo sabía que nadie podía estar cantando allí.
yo sabía que nadie podía estar cantando allí.
Pero era a mi padre, a quien yo estaba escuchando
cantar.
Solo yo escuché aquel cante
de mi padre que venía
a llevarse a mi madre con él
cantando María Manuela, me escuchas?
juntos de nuevo otra vez,
solo yo, escuche aquél cante
solo yo supe, que los dos estaban llenos de gozo
solo yo supe, que los dos estaban llenos de gozo
y juntos para toda la eternidad.
Renace en mi un río de pena
de aguas evaporadas bañando mi sentimiento,
brotan como pequeños manantiales,
lágrimas calladas recorren mis mejillas frías en la
madrugada
té hecho tanto de menos mamá
té hecho tanto de menos mamá
añoro tanto a la mare mía.
María Ibáñez Requejo
María Ibáñez Requejo