Hace un año era sábado en casa estábamos todos destrozados por la pena y el dolor. Magín había muerto, y sin embargo a pesar del tiempo transcurrido parece como si el calendario y el reloj, se hubiera detenido aquel día 25 de marzo a las 7 de la tarde cuando se despidió de mí y me dijo "hasta luego". Porque él sigue presente en mi, y ese hasta luego se ha convertido en un "hasta ahora para siempre".
Magín si pudiera atravesar esa esfera
y fundirme contigo en un abrazo,
Si pudiera convertir mi pensamiento en materia
Si pudiera sentirme llena de ti.
María Ibáñez