
Jesús, creo en ti,
pero en quien no creo, es en mi,
ven a mi corazón,
insiste para entrar,
que el miedo lo invade todo,
la preocupación es la puerta,
tras ella encontrarás
una barricada de agobio,
de mal humor, de números rojos,
adoquines muy pesados,
imposibles de eliminar.
Insiste Señor,
que la barricada es muy alta,
insiste Señor,
que son muchos los ruidos,
que taponan los oídos de mi corazón,
insiste Señor,
ven a mi corazón
María Ibáñez
Qué hermosa oración! La hago mía. Un beso
ResponderEliminarAmén Amén
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