Paloma blanca,
paloma mensajera
¿dónde fuiste?
que su carta no me llega
Buzón vacío de nuevas,
vacío de letra torcida,
vacío de letra subida de alegría
¿Dónde el sello asesinado?
al que yo besaba,
lo apretaba contra mi pecho dando
vueltas,
bailando la danza de la noria,
bailando la danza del molino.
Esa carta esperada,
especie en peligro de extinción.
Mutantes bancarios,
recibos de pagos impagados,
Hacienda te ahoga
Temidas palomas carroñeras,
temblando abro tu solapa
de dentro surge: apremio de embargo.
Maldita sea la carta
que al pobre embarga
y al rico ensalza.
María Ibáñez
No hay comentarios:
Publicar un comentario