Rosaura - Cuentan de un sabio que un día tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba de unas yerbas que comía.
¿Habrá otro --entre sí decía-- más pobre y triste que yo?
Y cuando el rostro volvió, halló la respuesta,
viendo que iba otro sabio cogiendo las hojas que él arrojó.
Quejoso de la fortuna yo en este mundo vivía,
y cuando entre mí decía: ¿Habrá otra persona alguna de suerte más importuna?,
piadoso me has respondido; pues volviendo en mi sentido,
hallo que las penas mías, para hacerlas tú alegrías las hubieras recogido.
Segismundo - Sueña el rico en su riqueza, que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza, sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende, y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño: que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.
Segismundo: ¿Qué os admira? ¿Qué os espanta? si fue mi maestro un sueño,
y estoy temiendo, en mis ansias, que he de despertar y hallarme
otra vez en mi cerrada prisión?
Y cuando no sea, el soñarlo sólo basta; pues así llegué a saber
que toda la dicha humana, en fin, pasa como sueño,
y quiero hoy aprovecharla el tiempo que me durare,
pidiendo de nuestras faltas perdón, pues de pechos nobles es tan propio el perdonarlas.
Calderón de la Barca
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