Llegaron unos hombres lobos con piel de
cordero.
Gracias a ellos un manto de miseria
avanza por esta España.
Sembrada de desilusión, desesperanza,
paro, hambre, muerte.
La siembra Los que mandan y unos cuantos mentecatos
mas.
Usura descomunal de los mal llamados Bancos,
que pisan nuestros cuellos apretando cada
día mas y mas.
Ella estaba harta de tanta injusticia. Y pensó que la mejor arma para llevar a cabo su complot, sería su perfil de chacha. No era alta, peno cano, ojos pequeños, tez muy blanca, rechoncha, cojeaba un poco de una pierna. En fin pasaría desapercibida, ya que pertenecía a la clase de los invisibles. Esos seres que lo dejan todo en perfectas condiciones, pero que sus amos, la mayoría de las veces ni saben cual es su nombre.
María Ibáñez
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