Mis sueños agonizan,
después de un largo caminar,
dispersos por la fina línea de la melancolía,
se desmoronan cual castillo de arena.
Desfalleció la melodía que modulaba mi rutinaria vida,
compartimos lágrimas y dolor.
Hubo también destellos de alegría,
que acariciaron mis sueños en este mundo atroz,
hasta que llegó el abandono,
renuncio todos mis sueños.
Adiós
(dedicado a los políticos
que matan nuestros sueños y despiertan nuestra hambre)
María Ibáñez
No pierdas tus sueños Maria nadie conseguira sacar de nuestra alma el amor la justicia y la paz que dá la tolerancia.. es verdad que estamos en un momento crucial pero recuerda aquello de no hay mal que por bien no venga... quiza paguemos justos por pecadores pero... siempre el pago es mayor para los que almacenan en lugar de sueños, maldad y avaricia.. pensemos en positivo.. aún entre las sobras hay personas que seran como pilares en nuestra vida agarremonos a ellos enseñando nuestros sueños que quizá aun siendo pocos lo consigamos.. Fe esperanza y caridad nos libraran de esta medicridad humana!!!
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