cientos de ellos
duermen
no importan las ilusiones
que en ellos, sus padres
pusieron,
sus lomos cubiertos de
polvo
dentro de los cajones
olvidados.
Otros en tristes estantes,
cerrados, callados, ignorados,
con el paso del tiempo,
son tambien olvidados
por los padres que les
engendraron.
Editores crueles,
abortadores de libros
que nunca llegaran a ver
la luz.
Novela que tristemente
espera.
Cuento, navegando sin llegar buen puerto.
Ensayo, trabajado, investigado, enterrado.
Poesía desgarrada por su
autor día a día.
María Ibañez